Harold Geneen, en su libro titulado Managing (La administración), establece una importante distinción entre un dirigente y un comandante. El dirigente guía a su pueblo, el comandante le dice lo que tiene que hacer: "quiero que esto esté hecho para tal fecha y si no lo hacéis, entonces las cabezas rodarán". El comandante gobierna por el temor, el dirigente lo hace por amor. Este atributo hace que el verdadero dirigente se diferencie de aquél que tiene el poder en sus manos. Con esta comparación quiero empezar a caracterizar al buen lider y no al buen "patron" ya que nosotros muchas veces confundimos el liderazgo con el mandato. Para ser un buen líder: se requiere carisma, Inteligencia, poder de convencimiento, sensibilidad, integridad, imparcialidad, ser innovador, simpatía, cerebro, y sobre todo mucho corazón, para poder dirigir a un grupo de personas y lo sigan por su propia voluntad, motivándolos, estimulándolos y así alcanzar las metas deseadas, y que cada quien se sienta satisfecho y tenga la sensación de ganancia y no de pérdida. Cabe resaltar que un hombre honorable con las cualidades antes mencionadas fue:
Martin Luther King:
Fue un defensor de los derechos civiles y lucho para desterrar la discriminación, en Estados Unidos, hacia la raza negra en los ´60
Sus ideales son de paz, libertad e igualdad para los hombres; debido a ello, sus obras y sus sabias palabras nos muestran a otro líder exitoso que supo ganarse a multitudes:
“Ese será el día cuando todos los
hijos de Dios podrán cantar el himno
con un nuevo significado: Mi país es
tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto”
Así como el liderazgo influye positivamente también influye negativamente un claro ejemplo Adolf Hitler , pero, ¿se puede dudar de su capacidad de liderazgo?.
Adolf Hitler:
Hasta la proxima!
